Mi viaje a través de la Ciencia Ficción y la Innovación

Desde muy chica, me han apasionado las tecnologías, tal vez porque desde muy temprana edad me vincule con la  ciencia ficción, revistas de ciencia, y con las primeras consolas de video juego a muy temprana edad, lo que despertó en mí una pasión por el futuro y sus posibilidades.

Recuerdo además que el primer video clip que generó un tremendo impacto fue “The Wall” de Pink Floyd, debo haber tenido no más de 6 años, y recuerdo casi como si lo estuviera viendo, un televisor de esos con perillas, con una pantalla semi curva a los bordes y yo viendo este video, con un gigante que gritaba, niños en fila y estas tremendas maquinas, que no paraban de hacer al unísono una misma acción una y otra vez.

Más adelante en mi adolescencia, durante los 80s, me sumergí en las aventuras interestelares de "Star Trek", "Perdidos en el Espacio" y "Star Wars" que me transportaban a mundos donde la tecnología y la humanidad se entrelazaban de maneras fascinantes, en viajes por planetas lejanos, con criaturas, creencias y culturas fascinantes.

Ya en la universidad los 90, trajeron consigo películas como "Terminator 2: El juicio final", que exploraba la amenaza de la inteligencia artificial rebelde, y "El quinto elemento", que nos transportaba a un futuro multicultural, que nos presentaba mundos repletos de diferentes razas extraterrestres. "Minority Report" y "Cuando el destino nos alcance" nos advertían sobre los peligros de la vigilancia extrema y el consumismo desenfrenado. "Matrix" por otra parte, nos desafiaba a cuestionar la realidad misma (y la posibilidad concreta de que la especulación de que somos parte de una simulación, efectivamente puede ser real.), mientras que "Blade Runner" y "HER" nos confrontaban con los dilemas éticos de la inteligencia artificial y de nuestra identidad. No puedo dejar fuera “Inteligencia Artificial” y todo el dilema del “ser”, algo similar que ocurre con la no tan tecnológica pero si una romántica forma de ver el futuro y la tecnología con el “Hombre Bicentenario”, que también nos hace cuestionarnos, respecto a qué significa ser humano.

Obras pioneras como "Viaje a la Luna" y "Metrópolis" nos transportaron a futuros distópicos, llenos de imaginación y crítica social, que resuenan con fuerza en la actualidad. El cine de culto, con su capacidad para explorar los límites de la imaginación y desafiar las convenciones, ha sido una fuente constante de inspiración y reflexión en mi vida. Series como "Black Mirror" nos han mostrado los lados oscuros de la tecnología, planteando preguntas incómodas sobre nuestra relación con ella. Y en el otro extremo, futuros apocalípticos como el de "Mad Max" nos recuerdan la fragilidad de nuestra civilización y la importancia de la sostenibilidad.

El ciberpunk, con su estética oscura y su visión de un futuro dominado por la tecnología y las corporaciones, ha sido especialmente influyente en mi forma de pensar. Obras como "Neuromante" de William Gibson y "Akira" de Katsuhiro Otomo me han llevado a cuestionar el impacto de la tecnología en la identidad, la desigualdad social y el poder. Algo que también vimos en “Yo, Robot” que nos trae el recuerdo de las Leyes de Asimov y nos deja la interrogante de qué determinaciones tomarían las máquinas si estuvieran a cargo, o de su capacidad para discernir entre los diferentes matices entre lo blanco y negro, entre 0s y 1s, ¿Cuál es ese punto de al medio? Esa zona gris, difusa que tal vez es parte del ser humanos, nuestra intuición, creatividad y empatía.

Estas narrativas, ya sean utópicas o distópicas, nos invitan a cuestionar el presente y a imaginar futuros alternativos. ¿Qué nos revelan sobre nosotros mismos y el rumbo de nuestra civilización? ¿Acaso son un reflejo de nuestros miedos más profundos o una llamada a la acción?  ¿Cómo asumimos el desafío de poder ser más ecuánimes, compasivos y luchar por el bien común?

Estas preguntas me han acompañado a lo largo de mi vida, impulsándome a explorar la compleja relación entre la tecnología, sociedad y futuro.

Crecí en una época de transición, pertenezco a la generación X, sin embargo, he sido testigo de la rápida evolución de la tecnología (como usuaria y espectadora). Pasé desde la televisión en blanco y negro hasta los primeros computadores personales, de la llegada de Internet en mi época universitaria, y también he sido testigo de cómo la ciencia ficción se convertía en realidad.

A lo largo de los años, he visto cómo muchas de las predicciones de la ciencia ficción se han materializado. Los teléfonos inteligentes de "Star Trek" son ahora omnipresentes, y la robótica está siendo utilizada en sectores como la industria y la medicina. La vigilancia masiva de "1984" es un tema de debate constante en un mundo hiperconectado. La realidad virtual de "El cortador de césped" está siendo explorada en áreas como la educación y el entretenimiento, transformando la forma en que interactuamos con el mundo digital. Y bueno, seguro en esta parte, ya estás pensado, y que pasa con el Delorian, por supuesto !!! Cómo no mencionar tal vez la máxima expresión del viaje al futuro, que se muestra de alguna forma más cercano, más realista y que por cierto, no anduvo tan mal en sus predicciones. Seguro, dejo muchos buenos ejemplos fuera, te pido las disculpas correspondientes y te invito a ayudarme a recordar y comentar lo que he omitido.

Hoy, ya en los 2000s  no solo soy una entusiasta de la tecnología, sino que vivo inmersa en el mundo de las tendencias. Mi día a día consiste en leer, analizar y conectar señales débiles que nos permitan diseñar futuros posibles, preferiblemente positivos. (Si soy un poco nerd y también bastante Sheldon, seguro los que me conocen y leen en este minuto esbozan una pequeña sonrisa). Me he centrado en la innovación de base tecnológica, la prospectiva estratégica y el diseño de escenarios futuros.

La inteligencia artificial, en particular, me fascina y me inquieta a partes iguales (desde hace muchos años). Su potencial para transformar nuestras vidas es innegable, pero también plantea desafíos éticos y sociales sin precedentes. ¿Cómo podemos asegurarnos de que la IA se utilice para el bien común y no para el control y opresión? ¿Cómo podemos evitar que la automatización exacerbe las desigualdades sociales y aumente las brechas? ¿Cómo podemos preservar nuestra humanidad en un mundo cada vez más mediado por la tecnología? (Hay muchos desafíos y que tienen la urgencia de ser revisados)

Estas preguntas no tienen respuestas fáciles, pero es fundamental que las abordemos con  creatividad, pero también con generosidad, con humanidad. Creo profundamente, que debemos aprovechar el potencial de la IA para resolver los grandes desafíos de nuestra época, desde el cambio climático hasta la pobreza. Pero también debemos ser conscientes de sus riesgos y trabajar para mitigarlos a través de regulaciones y políticas públicas adecuadas.

Para cerrar te dejo aquí algunos Tips para que me funcionan cuando quiero proyectar el futuro y que me sirven para re-mirar el mundo.

El futuro es incierto, pero no está predeterminado. Tenemos la capacidad de moldearlo, de crear un futuro que sea justo, sostenible y humano. Para ello, debemos adoptar una mentalidad de diseño, siguiendo estos principios:

• Atención a las señales de cambio (aun las débiles): Observar tendencias emergentes, incluso las que parecen insignificantes, puede revelar oportunidades y desafíos futuros.

• A veces hay insights acerca del futuro que te pueden parecer ridículos (al menos al principio): No descartar ideas por parecer extrañas o improbables, ya que pueden contener semillas de innovación.

• Desafía los supuestos actuales y juega con las posibilidades: Cuestionar las normas establecidas y explorar alternativas puede abrir nuevos caminos hacia el futuro.

• Provoca al futuro: En lugar de simplemente reaccionar al cambio, tomar una postura proactiva y diseñar futuros deseables.

• Explora intersecciones (Di no a los eventos aislados): Comprender cómo las diferentes tendencias y tecnologías interactúan entre sí para crear un panorama más completo del futuro.

• No pienses solo en el futuro, ¡visualízate en él!: Imaginar cómo sería vivir en diferentes futuros posibles puede ayudar a tomar decisiones más informadas en el presente.

• Hay múltiples posibles reacciones hacia el futuro: Adaptación, mitigación o influencia: Reconocer que tenemos diferentes opciones para enfrentar el futuro y elegir la más adecuada para cada situación.

• La IA como herramienta y aliada: La inteligencia artificial no es solo un objeto de fascinación o temor, sino una herramienta poderosa que podemos utilizar para amplificar nuestras capacidades humanas y construir un futuro mejor. Debemos verla como una aliada en la búsqueda de soluciones innovadoras y sostenibles.

• Utilizar la IA para el beneficio propio y de la sociedad: Aprovechar el potencial amplificado de la IA para abordar desafíos de innovación con triple impacto. Puede ayudarnos a optimizar el uso de recursos, desarrollar soluciones para problemas sociales y ambientales, y crear un futuro más equitativo y próspero para todos.

  
  

  En última instancia, el futuro depende de nosotros. De nuestras decisiones, acciones, de nuestra capacidad para imaginar y crear un mundo mejor. Y aunque el camino puede ser incierto, estoy convencida de que, juntos, podemos construir un futuro donde la tecnología y la humanidad coexistan en armonía, donde la innovación esté al servicio de las personas y del planeta.